Uno de los problemas que presentaba la demostración y la representación del potencial en el cerebro humano consistía en tomar, medir y registrar los potenciales, cuya oscilaciones se mueven en un radio de millonésimas (!) de voltios (µV) debajo de la corteza cerebral. Hans Berger tuvo la "suerte" de que el hijo de su jardinero sufriera un grave accidente en el que la mayor parte de la corteza cerebral fue arrancada, con lo que el cerebro del joven, que había sobrevivido al accidente, estaba tan sólo cubierto con una fina membrana (sin parte ósea). Así pudieron ser medidas las oscilaciones de potencia en la primera "experimentación humana" de forma mucho más fácil que a través de la corteza ósea intacta. |
El destino de Hans Berger, nieto del prestigioso poeta Friedrich Rückert (1788-1866), fue trágico: estuvo expuesto a las acusaciones y a los ataques de los gobernantes nazis, gozando sus trabajos científicos de mayor reconocimiento en el extranjero que en la propia Alemania Hans Berger hubiera recibido, con toda seguridad, el Premio Nobel por un descubrimiento de semejante magnitud, de haberse dado otras condiciones políticas más favorables. En 1941, el catedrático Dr. Hans Berger se suicidó en Jena, en su clínica psiquíatrica. ![]() |